El Gran Dick es un relato corto escrito por Damián Connelly e incluido en Días Negros, el gran libro antológico que será publicado por Dead Pop en agosto.
En esta serie de breves posts voy a ir mostrándoles cómo es el proceso de creación de esta historia.
2.- BOCETOS DE PÁGINA: página 7
Ya vimos en el último post una forma de ir induciendo el ojo del lector a través de la página mediante una de las reglas narrativas más conocidas. Como esta historia permite tanto escenas muy dinámicas como otras más relajadas o introspectivas y al mismo tiempo cargadas de cierta tensión, voy a concluir esta etapa contándoles otra forma de plantear la página a través de la composición por bloques temporales.
Primero echémosle un vistazo al guión:
Pág.7:
Viñ.1, 2 y 3: Parece que Lena se está tocando en la oscuridad. O eso es lo que Dick imagina. Dick traspira y se toca la entrepierna.
Viñ.4: Dick se levanta y mira Lena, ella está durmiendo acurrucada.
Viñ.5: Dick va al baño, se está masturbando.
Dick¡Maldita, maldita puta!
Esta es una página que se puede interpretar y dibujar de muchas maneras. Lo importante, a mi criterio, es poder ver desde lo leído adónde se puede hacer incapié desde la narrativa. Por ende, supuse desde un primer momento que eso que imagina Dick puede ser contado de una forma y que no debería tener nada que ver con lo que es real. Como existe con Damián un acuerdo preestablecido en donde yo puedo extender o reducir la cantidad de viñetas por página de acuerdo a lo que se está contando, decidí aprovechar la repetición propuesta en las viñetas 1, 2 y 3 y proponerle al lector un crescendo que refuerce la idea de la progresión en la masturbación. El resultado sería más o menos así:
Como ya dije, tenemos acá dos instancias, una que es imaginada por Dick y otra que pertenece a lo real. Se puede apreciar entonces que manejé esta ambivalencia dividiendo la página en dos mitades que fueran bloques definidos, asimismo, por una serie de factores como son el conjunto de viñetas cuadradas y con planos detalle o primeros planos en su interior para lo imaginado (que no serían otra cosa que inserts que componen un bloque unificado) y el conjunto de viñetas rectangulares y con planos más abiertos designados a lo real.
Esta división también me sirve para marcar un compás en el tiempo logrando así la noción de crescendo de la que hablábamos al principio. Las viñetas cuadradas y enfocadas a partes del cuerpo de los personajes denotan mínimos instantes que se suceden con una rapidez que no está puesta en las viñetas 12 y 13, más amplias y que permiten un recorrido del ojo más pausado.
El punto de quiebre entre lo imaginario y lo real se propone en la viñeta 11, con un plano detalle de los ojos de Dick dándose cuenta de lo que le estaba pasando por la cabeza (¿o quizá eyaculando?). Dependiendo de la interpretación del lector, podríamos decir que esa viñeta también formaría parte del bloque compuesto por las viñetas 2 a 10, así como también la misma viñeta 1 formaría parte del bloque inferior.
Como ven, esta es otra manera de narrar sin tener en cuenta el recurso Ley de la Z, aunque si hilamos un poco fino también la van a encontrar, aunque de una manera más forzada. A veces, para resolver el tema del "cumplimiento" de esta ley en planos cerrados en rostros, recurro a un truco muy sencillo: que el ojo del personaje mire literalmente la viñeta siguiente.
Bueno, basta ya de dibujos apurados y teorías narrativas. En el siguiente post empezaremos a dibujar las páginas propiamente dichas.
(nota: agradezco al blog La Biblia de los pobres por haber nombrado esta sección en uno de sus posts)
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